Después: Ciberactivismo y redes sociales:
En el antes de esta asignatura me centré en una pequeña definición acerca de la micropolítica educativa, ayudándome del uso de internet y relacionándolo con algunos conocimientos previos muy básicos. Pues para el apartado del después, me centraré en la relación del ciberactivismo y las redes sociales a través de la comunidad educativa.
Previamente expongo la verdadera definición de ciberactivismo:
El ciberactivismo se refiere al conjunto de técnicas y tecnologías de la comunicación, basadas fundamentalmente en internet y telefonía móvil, asociadas a la acción colectiva o desobediencia civil, bien en el espacio virtual, bien en el plano real.
Han utilizado técnicas de ciberactivismo organizaciones como Intermón Oxfam, Amnistía Internacional, Greenpeace, la Electronic Frontier Foundation norteamericana o el EZLN mexicano. En el espacio ex-soviético, cierto grado de ciberactivismo ha tenido un papel determinante en los procesos conocidos como Revoluciones de colores.
En concreto Intermón Oxfam, Amnistía Internacional y Greenpeace proponen en sus páginas ciertas formas de voluntariado electrónico o ciberactivismo participando en sus cadenas de envíos de e-mails, y cartas, como protesta ante las acciones lesivas contra los derechos humanos, o el medioambiente, por parte de multinacionales y gobiernos.
Otras webs que promueven el ciberactivismo son Yo Grito, una web para apoyar campañas y acciones sociales online, Manifestación Virtual, la Asociación de Internautas, FACUA, en su página de Consumidores en Acción o AnimaNaturalis, espacio web dedicado a la protección de los animales.
En el campo de los Derechos Humanos, Paz y Justicia destaca por su actividad en recoger y reunir en su web múltiples llamadas ciberactivistas y llamamientos de movilización de decenas de ONGs y colectivos, reuniéndolos en una sola página que se actualiza constantemente y que, así, evita al ciberactivista tenrer que visitar todas las webs de esos grupos.
El ciberactivismo puede también tomar una forma espontánea, en la que la tecnología y las relaciones en red eliminan la división entre movilizadores y movilizados. Este es del caso de las movilizaciones espontáneas de protesta tras los atentados del 11M en España en 2004, el movimiento EDSA II en Filipinas en el año 2001, en las revueltas estudiantiles contra el CPE en Francia de 2005 o las manifestaciones por una vivienda digna en España en 2006.
El ciberactivismo y las redes sociales juegan un papel conjunto, impulsándose la una con la otra. Procurando expandirse y llegar a nuestros oídos, pues su finalidad es crear grupos de presión y dar a conocer la verdad de lo que nos rodea, o al menos un acercamiento de la misma. Pienso que la educación como instrumento de la comunicación, es el mejor soporte que puede ayudarnos para acercarnos a estas nuevas innovaciones, y formar dentro de las mismas esos grupos de presion.
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